Registra Condusef 393 fraudes por compras en internet al día

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A finales de septiembre pasado, Alejandrina Mayorga recibió la llamada de una persona que se hizo pasar por un empleado de la institución bancaria en la que tiene su cuenta, quien la alertó de un intento de robo de su tarjeta.

“Me dijeron que les pasara mis 16 dígitos de la tarjeta. Y se los pasé. Luego me empezaron a decir que se estaban haciendo cobros de unos relojes que habían comprado por internet, que eran 15 intentos de cobro…, pero les respondí que bloquearan eso. Después me contestaron que iba a sonar un timbre y que, cuando eso sucediera, dijera mi contraseña como la escribo para comprar por internet”.

Debido a que la joven tiene una aplicación para pagos en línea, decidió colgar y comunicarse a la institución financiera, en donde le informaron que, por motivos de seguridad, tenían que dar de baja sus tarjetas.

“Me comentaron que sí habían muchos intentos de cobro: uno por dos mil 500; otro por mil 500. Otros eran por los mismos montos, pero muchas veces”.

Entre enero de 2018 y junio de 2019, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) reportó 215 mil 072 reclamaciones por consumos vía internet no reconocidos en Jalisco contra entidades financieras.

Es decir, en esos 18 meses se denunciaron un promedio de 393 casos diarios. Estas inconformidades alcanzaron un monto de 463.2 millones de pesos (291.9 millones en 2018 y 171.3 millones en este año).

Según los reportes que realiza la Comisión, de enero a junio las quejas por fraudes cibernéticos realizadas a nivel nacional crecieron 35% respecto a 2018, “y representan cada año una mayor proporción”, alertó el organismo.

Aunque se solicitó información a la Fiscalía de Jalisco sobre las denuncias por fraudes cibernéticos, ésta no tiene estadística por las distintas modalidades que se registran.

Recomendaciones

  • Nunca entregue sus datos por correo electrónico.
  • Las empresas y bancos nunca le van a solicitar sus datos financieros o números de tarjetas de crédito por teléfono o internet.
  • Si aún le queda duda del correo, llame o asista a su banco y verifique los hechos.
  • No ingrese a páginas sospechosas ni responda mensajes de correo que le dicen haber ganado un premio, viaje o sorteo, ya que generalmente solicitan antes sus datos personales para otorgarle el supuesto premio.
  • Verifique que el sitio en el que navega cuente con el protocolo de seguridad “https://” y un candado cerrado en la barra de direcciones.

Registran aumento de fraudes en internet

A finales de septiembre, María Cristina realizó un depósito por una “cantidad fuerte” en la ventanilla del banco en el que tiene su cuenta crediticia. “Durante el fin de semana hice algunos pagos y el lunes nada más tenía 50 pesos”, recuerda.

Tras darse cuenta que tenía sólo esa cantidad, revisó los movimientos de su cuenta. “Se hicieron cuatro cargos con diferentes cantidades a una empresa de servicios financieros: uno de mil 799 pesos con 28 centavos. Todos terminaban en 28 centavos…”.

Tras el robo, de inmediato realizó un reporte al banco. “Me dieron varios folios. Las dos cantidades grandes sí me las regresaron… tras el reporte me devolvieron el dinero a las dos semanas, pero otras dos cantidades pequeñas no alcanzaron a pasar”.

El problema es que cada mes tiene problemas para pagar sus servicios de telefonía porque debe comunicarse al banco para que le autorice mil 200 pesos para el celular y otros dos mil pesos para el teléfono de casa. “Se me hace ilógico que cuando quiero usar mi tarjeta no me dejen, y que cuando alguien se roba sí tiene el acceso a mi tarjeta de forma fácil”.

Cuenta que en otra ocasión pagó un café y le marcaron al día siguiente para verificar si ella lo había realizado. “Fue un día después… por 200 pesos sí se preocuparon”.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios y Servicios Financieros (Condusef), en el primer semestre de este año, las entidades financieras reportaron 309 denuncias por estafas realizadas en la banca digital, por 75.9 millones de pesos. Este monto supera los 68.8 millones de pesos que los usuarios solicitaron que se les devolvieran durante 2018, tras ser víctimas de fraude.

La Comisión reporta que de los 2.8 millones de reclamos que se realizaron durante el primer semestre de este año por fraudes cibernéticos a nivel nacional, 159 mil corresponden a la banca electrónica, lo que representa un aumento con relación al año pasado (98 mil).

Por su parte, María Cristina señala que en los últimos años ha tenido que cambiar tres tarjetas: una de crédito y dos de débito por la misma situación. “De las otras ni me acuerdo porque fue hace mucho, pero me han clonado varias tarjetas”.

“El error: puse mis datos en un correo”

Hace 10 años, José Luis González puso en marcha un negocio en línea para la venta de artículos para mascotas, los cuales oferta a través de internet. Hace alrededor de cuatro años le llegó un correo “igualito”, en el que le comunicaban que su cuenta tenía algunos problemas.

“Sin fijarme, puse el usuario y la contraseña. Después me di cuenta porque me llegó un aviso, que habían detectado actividad inusual en la cuenta, pero fue como una semana después”.

Debido a esto, la empresa en la que está inscrito borró su cuenta. Posteriormente se percató que otra persona había utilizado su usuario con los datos que proporcionó en el correo. “Tenían muchos anuncios de computadoras, Xbox, PlayStation, celulares, pero a precios súper baratos”.

De inmediato comenzó el proceso para comprobar que él no realizaba esas ventas y le regresaran su cuenta. Esta situación provocó que dejara de percibir ingresos durante un mes, ya que sólo se dedica a la oferta de productos en línea. “La tienda estuvo cerrada en lo que se hacía la averiguación de eso”.

La intención de las personas que robaron sus datos, dice, era aprovechar su historial, ya que ésta guarda una trayectoria y calificación de cada uno de los vendedores. “Es lo que querían, la cuenta, porque con esa reputación buena, ellos subieron anuncios para vender. Lo que buscaban era hacerse pasar por un vendedor para ofertar sus productos, para defraudar, pero los problemas eran para mí. Caí en esa trampa: puse mis datos en un correo”.

José Luis fue víctima de “phishing”, un tipo de fraude también conocido como suplantación de identidad.

Pese a esto, aclara que no ha tenido más problemas para realizar su actividad. Recuerda que, cuando se inició en la venta virtual, el negocio era muy bueno. “Por lo mismo que toda la gente vio que el negocio virtual sí es redituable, todos se han ido metiendo. A mí me ha dado buen resultado”.

Reconoce que el comercio en línea sí se presta para muchos fraudes. “Antes se tenían más candados de seguridad. Antes, para registrarse te pedían tu nombre y una copia de identificación, y ahora ya no piden ni siquiera el nombre. La gente se pone a inventar nombres y no se está blindando eso”.

Acentúa que eso afecta a quienes tienen un buen historial de venta en la plataforma, aunque cada vendedor es independiente. “Tú te metes y quieres comprar un celular, pero al momento que alguien te defrauda supones que todos son lo mismo”.

Para evitar ser víctima nuevamente del robo de datos personales, indica que evita responder los correos que recibe, sin importar la institución. “Trato de no dar clic a ningún enlace, mejor buscar entrar directo a las páginas, porque así fue como caí”.

Tipos de ilícitos

Spam. Este correo basura se trata de un mensaje enviado a varios destinatarios que usualmente no lo solicitaron, con fines publicitarios o comerciales. La información de dicho correo te invita a visitar una página o descargar algún archivo que, por lo general, es un virus que roba la información de tu dispositivo. Se puede evitar instalando en la computadora o dispositivo móvil un antivirus.

Nunca dar “clic” a vínculos sospechosos.

Smishing”. En este tipo de fraude le envía mensajes SMS a su teléfono móvil, con la finalidad de que visite una página web fraudulenta. Esto con el fin de obtener su información bancaria, para realizar transacciones en su nombre.

“Phishing”. Es conocido como suplantación de identidad. El objetivo es que, al hacerse pasar por una institución financiera, con un mensaje indicando un error en su cuenta bancaria, al ingresar sus datos obtienen información confidencial como números de tarjetas de crédito, claves, datos de cuentas bancarias y contraseñas.

Simulador. El “Phishing” telefónico es cuando los delincuentes simulan ser empleados de alguna institución y generalmente lo convencen al decirle que sus cuentas están registrando cargos irregulares o que requieren alguna información. Evite proporcionarles sus datos y llame directamente a la institución financiera para corroborar la información.

“Pharming”. Lo envían a una página de internet falsa mediante ventanas emergentes para robar su información. Suelen mostrar leyendas similares a: ¡Felicidades, eres el visitante un millón! Dé clic aquí para reclamar su premio.

Con información de Informador.