Crías de tortuga golfina luchan por sobrevivir

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Si presenciar una arribada de tortugas marinas es extraordinario, tener la suerte de ver la eclosión de los nidos, al mismo tiempo, es realmente único, y es algo que ocurre en Morro Ayuta, Oaxaca.

Cobijadas por el cuarto menguante de la luna, las nuevas madres de Morro Ayuta han dejado sus nidos y comienzan a regresar al mar.

Pero el reloj del ciclo de la vida no se detiene y está a punto de marcar una hora crítica.

Los huevos de golfina han permanecido entre 45 a 65 días incubándose, a una temperatura entre los 30 a 32 grados centígrados, lo que determinará el sexo del embrión.

Entre más cálida la temperatura del nido, nacerán más hembras que machos. Entre menos cálida, nacerán más machos que hembras.

Pero a unos 50 centímetros bajo la arena, de la playa de Morro Ayuta, algo está por suceder.

Las crías están listas para salir, pero deben emerger al mismo tiempo, para lograr sobrevivir. Es por ello que se comunican entre sí, para romper el cascarón y salir al mismo tiempo; pueden sentir las vibraciones del corazón de sus “hermanos” e incluso detectar el aliento de otras tortugas.

Es entonces que comienza una de las etapas más vulnerables en el ciclo de la vida de las tortugas marinas. Emerger a superficie, donde aguardan todos los peligros de este nuevo mundo, que apenas están por descubrir.

Presa fácil de cualquier depredador

Recién nacidas, las tortugas golfinas miden cinco centímetros y en promedio pesan 16 gramos. Son una presa fácil para cualquier depredador.

Este cangrejo sabe que la cena está servida y solo el más fuerte logrará sobrevivir.

Al final, la pequeña tortuga, con solo unos minutos de nacida, logra escaparse del “enemigo”.

Es entonces que comienza el llamado “frenesí natatorio”, que es un es cuando las crías muestran gran energía por alcanzar el mar y forman “flotillas” para alcanzar las olas.

Ya de mañana, los cuervos se dan un festín con las tortugas rezagadas.

Los perros ferales también hacen su daño. Revientan los nidos para comerse los huevos y aunque no lo parezca, éste se ha convertido en uno de los mayores riesgos naturales que enfrentan.

“Tenemos ahorita problemas con perro ferales, tenemos una población de más de 100 perros depredando alrededor, entre 30 y 40 nidos diarios”, señaló Guilermo González Padilla, del campamento Tortuguero de Morro Ayuta, CONANP.

Pero de entre todos sus predadores, éste puede ser el más irracional de todos.

Al momento en que se dan cuenta de que están siendo grabados, tratan de escapar, llevando consigo costales llenos con huevos de tortuga.

Información de Noticieros Televisa.