Veneno en Vietnam

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“En Danang tenemos alrededor de cinco mil personas afectadas por el Agente Naranja. Y mil 800 niños. Algunas familias tienen dos o tres hijos afectados”, relata Phan Thanh Tien, vicepresidente de Danang Association for Victims of Agent Orange/Dioxin (DAVA).

A 59 años de la invasión estadounidense a Vietnam, la población continúa en lucha para enfrentar las secuelas del Agente Naranja, un herbicida cuya mezcla tóxica fue usada por el ejército de Estados Unidos para exterminar la vegetación excedente, revelar los escondites de los vietnamitas en la selva y contaminar plantaciones de arroz, pozos de agua e insumos.

El ejército utilizó diferentes herbicidas para debilitar a los combatientes del Viet Cong (Frente Nacional de Liberación de Vietnam), pero el Agente Naranja fue el defoliante más tóxico empleado durante las operaciones militares, como en la llamada Ranch Hand, la cual abarcó de 1961 a 1971.

El gobierno de Estados Unidos roció más de 80 millones de litros en 80 mil kilómetros cuadrados del territorio vietnamita como arma contra la guerrilla y evitar emboscadas entre la espesa selva.

El Agente Naranja contenía una cepa de dioxina conocida como TCCD, un químico con capacidad de destruir la jungla y extender su toxicidad durante décadas en el suelo y envenenar humedales, ríos, lagos y la cadena alimentaria de la población.

La guerra química estadounidense en el sudeste asiático trastocó la vida de 5 millones de personas, provocó enfermedades y deformaciones en 150 mil niños: un millón actualmente tienen afecciones relacionadas con la dioxina y los daños al medio ambiente son irreversibles.

“Creemos que aún tenemos lugares (contaminados por dioxina), pero no sabemos exactamente dónde. Porque fue hace mucho tiempo y no sabemos con certeza. Pero tenemos lugares, tenemos ese conocimiento. En el aeropuerto de Danang hay un lago. Y hay dos lagos conectados con ese cercano del aeropuerto”, narra Phan Thanh, quien agrega:

“Y sobre este lugar (las zonas aledañas a los lagos) el gobierno no ha dicho nada, pero la gente alrededor de esa área sabe que no es bueno pescar ni plantar vegetales”.

Secuelas y Danang

Durante la guerra, el ejército estadounidense utilizó el actual aeropuerto internacional de Danang como almacén de diferentes herbicidas, como el Agente Naranja, nombrado así por advertir una franja de ese color en todos los contenedores con dicha sustancia.

De acuerdo a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), el aeropuerto de Danang se divide en dos. Una es la terminal civil y la otra la base militar de acceso restringido. Análisis de la USAID revelaron índices altos de dioxina en seis áreas de la terminal militar, pero la zona civil carecía de rastros tóxicos.

En 2012, el gobierno estadounidense y el vietnamita iniciaron la limpieza de 73 mil metros cúbicos en zonas aledañas del aeropuerto -y dentro de la base militar-. En 2018 concluyeron los trabajos.

Aunque el gobierno de Estados Unidos divulgó los resultados del proyecto de descontaminación como un logro histórico, un estudio presentado en 2019 por científicos de la Universidad de Illinois y de la Universidad Estatal de Iowa, respectivamente, confirmó que la “dioxina continúa ingresando al suministro de alimentos” en el país asiático.

“La TCDD de dioxina contaminante que se llevó a cabo en la formulación de estos defoliantes sigue siendo un problema ambiental y de salud humana que debe abordarse. Los sedimentos y materiales orgánicos ricos en TCDD fueron transportados por agua y viento desde las bases de la Fuerza Aérea a vías fluviales creando puntos críticos”, y agrega el reporte:

“Los peces, especialmente los alimentadores de fondo, en estanques y lagos adyacentes a estas zonas activas, dieron lugar a la entrada de dioxina en la cadena alimentaria a través de procesos de bioacumulación y biomagnificación, incluso después de más de 45 años”.

Matt Keenan, veterano de Vietnam y voluntario de DAVA en Danang, admite que es difícil saber si la dioxina sigue presente o no en ciertos lugares, ya que es necesario hacer un muestreo continuo.

“El problema es tener un muestreo continuo del suelo. Así que si no sigues haciendo el muestreo y las pruebas, es difícil saber si las cosas (dioxinas) siguen ahí o se han ido”, lapida.

La realidad es que actualmente existe TCDD en los ecosistemas de Vietnam. La toxina sigue envenenando peces, camarones y otras especies que son consumidas por los locales. Aunque existen prohibiciones para no pescar en ciertas zonas, los vietnamitas no siempre cumplen con las restricciones.

El estudio publicado por científicos estadounidenses en 2019 (Destino a largo plazo del agente Naranja y Dioxina TCDD suelos y sedimentos contaminados en los puntos críticos de Vietnam), rescata que un informe de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos que aclara la existencia de una “relación causal entre el Agente Naranja y la TCDD de dioxinas contaminantes y varias enfermedades, incluido el cáncer”.

Como resultado, “una demanda colectiva fue presentada en 1979 contra los fabricantes de herbicidas (Dow Chemical y Monsanto) y ésta fue resuelta fuera de la corte en 1984. Se creó un fondo de liquidación para afectados por el Agente Naranja con 200 millones de dólares. El dinero benefició a los veteranos de la Guerra de Vietnam y Corea de los Estados Unidos que fueron afectados”.

En Vietnam -a diferencia de algunos veteranos de Estados Unidos-, la justicia no ha llegado para los miles de enfermos y las familias cuyos hijos heredaron -y heredarán- el veneno por generaciones.

“También tenemos muchos niños que nacieron con el Agente Naranja. Porque algunas de las primeras generaciones tuvieron una familia, se casaron, y tuvieron un bebé, un hijo con Agente Naranja. Y ese hijo también tuvo familia y hubo una segunda generación con Agente Naranja”, acota Tien, dentro de las oficinas de la asociación, en el centro de Danang.

El vicepresidente de DAVA explica que “el gobierno de Vietnam y el gobierno de Estados Unidos trabajan conjuntamente para limpiar la dioxina en los aeropuertos”.

También, según su percepción, “el medio ambiente no está tan terrible como antes y la gente tiene mayor consciencia sobre lo que es el Agente Naranja”.

“Tenemos muchos niños que nacieron con el Agente Naranja. Porque algunas de las primeras generaciones tuvieron una familia, se casaron, y tuvieron un bebé, un hijo con Agente Naranja”.
“Antes usábamos el agua del pozo, directamente del pozo, pero ahora usamos el sistema, la red de agua de la ciudad”, acota Tien.

Pese a lo anterior, Phan Thanh Tien reconoció que el problema “continuará y continuará” por muchas generaciones, porque seguirán naciendo niños con las secuelas de la dioxina contenida en el Agente Naranja que se espació por el sureste asiático por diez años.

DAVA y acciones

Los niños afectados por dioxina en Danang se encuentran en una situación económica desfavorecida. Según Phan Thanh, DAVA ayuda a los pequeños que no pueden ir a al escuela y sus familias no pueden atenderlos debido a falta de recursos.

“Esta gente es pobre y necesitan ayuda y por esa razón necesitamos más fondos cada día, y poder hacer algo por ellos”, relata Phan, quien suma:

“Cuando vamos con las familias encontramos que muchos niños con el Agente Naranja no podían ir más a la escuela. Y los niños se quedaban en casa por mucho tiempo. No tenían dinero, sin amigos. La familia tenía que trabajar para encontrar el dinero para cuidar de todos”.

“Y por esa razón estaban solos, inclusive cuando la familia salía cerraba la puerta y dejaban a los niños adentro. Y por esa razón decidimos establecer el centro para cuidar de algunos. Cuidamos de ellos, les enseñamos algunas habitabilidades para vivir, algo de educación especial. También formación profesional”.

DAVA se ha convertido en un soporte para cientos de familias, víctimas de crímenes de guerra. La organización busca la integración de los afectados y promueve la participación social.

Contaminación por dioxina

Un último informe de la División de Ciencias Militares de la Fuerza Aérea y de la Defensa Aérea de Vietnam refiere que “la contaminación real en el aeropuerto militar de Danang asciende a 162 mil 500 metros cúbicos, y no 73 mil”, como se estimó en su momento.

Oficialmente Vietnam tiene 28 puntos críticos por contaminación de dioxinas, incluyendo aeropuertos en diferentes ciudades y provincias utilizados por el ejército estadounidense durante la guerra.

El gobierno de Estados Unidos y Vietnam han acordado descontaminar todo el suelo del país para el 2030.

Por ahora, la dioxina sigue en la tierra, ríos y en los genes de miles de vietnamitas víctimas de una guerra química cruenta que enfermó a toda una nación.

Artículo publicado por Deshuesadero.

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