Comité de víctimas del 9 Noviembre exige justicia a las autoridades
Por Max Porta
Benito Juárez, Quintana Roo. 09 de febrero 2021
Ante la falta de resultados concretos y sanciones ejemplares a los cuerpos policíacos que participaron en la represión con armas a manifestantes del #9NCancún, el comité de víctimas de estos hechos tomó las calles nuevamente para llamar la atención de las autoridades de los tres niveles de gobierno, ya que a 3 meses de los hechos, la respuesta ha sido mínima.
Por esta razón se manifestaron en las afueras de la Fiscalía General del Estado (FGE) para exigir respuesta por parte de las autoridades del gobierno estatal, municipal y federal, ya que después de 3 meses de espera no ha habido seguimientos ni progreso en la investigación sobre la represión y brutalidad policíaca que recibieron el 9 de noviembre del 2020 cuando salieron a manifestarse en la explanada del municipio de Benito Juárez por el feminicidio de Bianca Alejandrina (conocida como Alexis).
Las personas violentadas se reunieron con carteles y pancartas para que con la memoria colectiva los testimonios de lo que pasó no queden en el olvido, fueron muchas y muchos las que recibieron golpes, patadas y balazos de la policía municipal de Cancún (operativamente a cargo del mando único estatal), y exigieron a la autoridades que hagan bien su trabajo ya que según reporta la plataforma digital de noticias Marcrixnoticias: “Hay testimonios que aún no han sido integrados en la carpeta de investigación, ni llamados a dar seguimiento o en su caso aceptar pruebas legistas o los dictámenes médicos por las lesiones de balas para que sean anexados a los expedientes”.
La brutal represión policíaca ejercida por la autoridad y bajo el mando del esquema de mando único en el estado, quedará marcada en la memoria colectiva y de cada uno de los participantes que fueron violentados, tanto a nivel psicológico como físico. En una entrevista para Pie de página a Wendy Galarza, una de las manifestantes que sufrió de la brutalidad policial podemos leer su terrible experiencia:
“Cuando caemos al pasto es cuando empiezan todos. Nos dieron con todo, patadas, con las macanas, con unas como varillas, con los escudos nos daban. Fue horrible, horrible, horrible, horrible. Yo nunca diferencié entre las balas y los golpes. Como teníamos el casco, daban directo los golpes al casco. Retumbaba todo”.
Esto después de que los disparos empezaran y ella y su pareja fueran derribados de su moto por uno de los policías. Más adelante relata que al llegar a su casa y notar la sangre en su pierna tuvo que ser llevada a la Cruz Roja para tratar una herida de bala, ya que uno de los policías le disparó a quemarropa, y fue cuando le informaron que no podían trasladarla a un hospital sin el acompañamiento de una patrulla:
“No nos movíamos porque estaban esperando una patrulla para escoltarnos. ¡O sea, eran los que me acababan de disparar! Hasta le preguntaba al de la Cruz Roja ‘¿no nos van a matar, no nos van a matar?’ Y el decía: ‘tranquila, es protocolo'”
“Después de eso, ya en el hospital, llegó una policía a tomarme los datos y, pues igual, yo no le quería dar nada, no me sentía nada segura. Y llegó otra vez el de la Cruz Roja y le pregunté: ‘¿por qué me está tomando mis datos? No entiendo’. Él me decía: ‘Eso sí no sé, pero tranquila, vas a estar bien’. Y yo: ‘nooo, no estoy tranquila, me está tomando mis datos esta gente’”, cuenta.
Posteriormente encontraron otra herida de bala cerca de su entrepierna, lo que le da un sentido completamente distinto al ataque que recibió como un atentado de feminicidio, la nota nos da esta perspectiva:
“La mujer que había ido a protestar por el asesinato de una joven recibió dos balazos, ambos a quemarropa, que pudieron quitarle la vida y terminar en un feminicidio más, a manos de quienes, en teoría, deberían cuidarla”, manifestaron en la protesta.
En casos como este, de donde más protección llega es de las colectivas feministas y las redes de apoyo, que crean espacios seguros para que las sobrevivientes de violencia y abuso puedan compartir su experiencia, encontrando ahí sororidad y validación; los meses han pasado y no hay culpables ni respuestas, el comité de víctimas manifestantes hoy exige que se haga justicia, la lucha no es solo por las mujeres que matan diariamente, también es por las que son violentadas, y desgraciadamente también es por el derecho a expresarse.
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