Las desventajas, el despojo y la discriminación por ser indígena o tener piel oscura en México

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“Quería que trabajemos las 24 horas y tener sueldo normal, cuando antes trabajábamos 24 horas, pero de 5 de la tarde a 8 de mañana nos pagaban 40 pesos la hora. Pero él de plano nos quitó los incentivos, las prestaciones. O sea, nos quitó de plano todo, y quería que trabajemos las 24 horas del día. Y le dijimos que no, que no se puede, que ya nos acostumbramos (a lo anterior). Ustedes nos acostumbraron, no nosotros”.

“(El doctor nos dijo) “No los vamos a liquidar”. (Y respondimos) “si no nos liquida aquí, nos va a liquidar en otro lugar”, (a lo que respondió) “¿Crees que me vas a amenazar, si ustedes son de pueblo? Pinches pueblerinos estos. De su pueblo nunca van a salir”.

De acuerdo con el estudio “Por mi raza hablará la desigualdad. El impacto de las características étnico-raciales en la desigualdad de oportunidades en México“, presentado este martes 6 de junio, cuando se hace referencia a una historia de racismo y discriminación se podría pensar que se trata de injusticias que ocurrieron en el pasado y que ya se superaron.

La realidad es que la discriminación del pasado tiene efectos persistentes en la actualidad, resalta el estudio elaborado por los investigadores de El Colegio de México Patricio Solís, Virginia Lorenzo Holm y Braulio Güémez, en una colaboración con Oxfam México.

“Una de las manifestaciones materiales más evidentes de lo anterior es que, independientemente de lo que ocurra a lo largo de sus vidas, las personas que pertenecen a grupos étnico-raciales discriminados nacen y crecen en familias con mayores desventajas socioeconómicas. Esto sin duda es resultado de las privaciones sociales acumuladas por generaciones”.

Y más allá de la acumulación originaria de desventajas, las prácticas de discriminación prevalecen en la actualidad. “Existen múltiples ejemplos cotidianos de despojo territorial, maltrato, segregación, trabas institucionales, y expresiones públicas de desprecio hacia las personas pertenecientes a pueblos indígenas, afrodescendientes, o con tono oscuro de piel u otros rasgos físicos que las vinculan socialmente a los orígenes indígenas”, indica el informe.

Además de enfrentarse a la discriminación a lo largo de su vida, las personas pertenecientes a grupos étnicos discriminados o con rasgos físicos socialmente vinculados a ellos inician sus vidas en una situación de desventaja social, producto de la acumulación histórica de privaciones.

Con base en los datos del Módulo de Movilidad Social Intergeneracional 2016 (MMSI), levantado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2017 como parte de la Encuesta Nacional de Hogares, los investigadores encontraron que esta desventaja se expresa a través de las condiciones de mayor adversidad social de sus familias de origen, en indicadores como la escolaridad de los padres, su posición ocupacional, y la disponibilidad de recursos económicos.

Resultado por nivel de escolaridad

El estudio documentó que entre las personas hablantes de lenguas indígenas, 43.2% no completaron la primaria frente a 18.8% de aquellas con padres hablantes y 11.5% de las no hablantes. En contraste, solo 6.2% de las personas hablantes de lengua indígena alcanzaron estudios superiores frente a 23.1% de las personas no hablantes.

En tanto, las personas con padres hablantes de lenguas indígenas se ubicaron en una posición más cercana al conjunto nacional en términos de su nivel de escolaridad, “lo cual sugiere que el factor clave de la discriminación educativa que enfrentan las personas pertenecientes a pueblos indígenas podría no ser su vínculo por ancestría (que se comparte entre hablantes e hijos de hablantes que ya no hablan la lengua), sino que su lengua materna sea una lengua indígena”.

Con respecto al tono de piel, se observa también cierto gradiente de desigualdad en el nivel de escolaridad, pero destaca que las mayores desventajas las enfrentan las personas en la categoría de tonos oscuros: 21.4% no logró terminar la escuela primaria, frente a 14.7% en la población total. Solo 11.7% llegó a la universidad, es decir, casi la mitad que el 20.8% para el conjunto de la población.

Las brechas entre grupos tienden a acentuarse en la medida en la que se incrementa el nivel educativo, de acuerdo con el informe. Así, en el acceso a la educación superior se observan mayores desigualdades. De nuevo, el grupo con mayores ventajas es el de mestizos y blancos, con 25.5% de personas que logran estudios superiores. Las personas negras o mulatas únicamente llegan a la educación superior en 12.4%, y las indígenas en 8.5%.

Con información de Animal Político.