“El coronamachismo, la otra pandemia”

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Por: Ivonne Acuña Murillo

La emergencia sanitaria mundial provocada por la propagación de la enfermedad de Covid-19 ha dejado con una escasa cobertura mediática a otros fenómenos que, antes de la pandemia, recibían una mayor atención. La violencia ejercida en contra de las mujeres es un claro ejemplo no sólo de dicha disminución, sino de uno de los graves efectos colaterales producidos por la reclusión forzada a que se han visto sometidas la gran mayoría de sociedades en el mundo. Este efecto comienza a ser identificado como un virus que se propaga peligrosamente, el “coronamachismo”.

Calificar como “pandemia” a la violencia ejercida en contra de las mujeres supone, como es frecuente en las Ciencias Sociales, tomar prestado un término de las ciencias llamadas “duras”, “exactas” o “naturales”, como la medicina, para aplicarlo a un fenómeno social que bien puede ajustarse al contenido conceptual del término.

Esto es, si “pandemia”, de acuerdo con el diccionario médico-biológico, histórico y etimológico Dicciomed, se define como una “enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región”, bien puede hablarse de la violencia en contra de las mujeres como una enfermedad social que se extiende a muchos países y que ataca a una parte importante de individuas de esos países.

Ahora bien, de la pandemia COVID-19 se sabe que es provocada por un virus que es 96-97% genéticamente similar al SARS-CoV-2 que se encuentra en murciélagos, pangolines y serpientes, de donde se piensa que pasó a nuestra especie entre octubre y noviembre del 2019. “Por su similitud al SARS-CoV, el virus de la pandemia del SARS del 2003, se concluyó que es una variante de este virus, del cual recibió su nombre.” (Morris Strauch, “¿Quién es SARS-CoV-2?”).

“Otros miembros del género betacoronavirus que infectan al ser humano incluyen los virus de la gripa HCoV-OC43 y HCoV-HKU1, y el virus del Síndrome Respiratorio de Medio Oriente, MERS-CoV. En general, del 15-30% de los resfriados comunes son causados por coronavirus, HCoV, incluyendo a los del género alfacoronavirus: HCoV-229E y HCoV-NL63.” (idem).

Es así como se popularizó el término “coronavirus”, al cual se considera causante de la enfermedad denominada “Covid-19” o “Síndrome respiratorio agudo severo”.

Por asociación, comienza a popularizarse un nuevo término: “coronamachismo”, para hacer referencia al virus que provoca la enfermedad social conocida como “violencia de género en condiciones de confinamiento en casa en tiempos de Covid-19”.

Siguiendo con las puntualizaciones se debe decir que en el Artículo 1 de la Declaración de Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (1993) se define a la “violencia de género” como: “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.

Por extensión, se puede decir que el “coronamachismo” es un virus que provoca la enfermedad social caracterizada por actos de violencia, daño o sufrimiento físico, económico, sexual o psicológico agudo severo sobre las mujeres en condiciones de confinamiento forzado durante la pandemia del Covid-19, que obliga a las víctimas a pasar más tiempo en el mismo espacio que su victimario.

Esta propuesta de definición es necesaria, toda vez que la “violencia de género” no es, ni por error, un fenómeno nuevo, por lo que la precisión en el lenguaje se hace imprescindible. Lo son igualmente los datos que sustentan, como en el caso del tipo de virus que causa la enfermedad del Covid-19, la afirmación de la existencia y propagación del virus del “coronamachismo” y de la enfermedad social que provoca.

Violencia contra las mujeres durante el confinamiento

Así como el SARS-CoV-2 se ha propagado a un gran número de países, a 114 cuando, el 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió reconocer al Covid-19 el carácter de pandemia, a 187 actualmente, el coronamachismo también se ha diseminado por el mundo, en un contexto en el cual 4000 millones de personas en 90 países se encuentran en situación de confinamiento.

De acuerdo con ONU Mujeres, en los últimos 12 meses, 243 millones de mujeres y niñas de todo el planeta, cuyas edades van de los 15 a los 49 años, han sufrido violencia sexual o física por parte de un compañero sentimental. Con el avance de la pandemia y el confinamiento, el organismo internacional plantea la probabilidad de que esta cifra aumente provocando múltiples efectos en el bienestar de las mujeres, su salud sexual, reproductiva y mental y sobre su capacidad de participar y aún de liderar la recuperación económica y social, una vez termine la emergencia sanitaria.

En países como Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Singapur, Canadá, Chipre, Francia, Alemania, España, Australia, Rusia, Reino Unido y los Estados Unidos, autoridades gubernamentales y grupos de la sociedad civil que defienden los derechos de las mujeres han detectado un aumento de las denuncias de violencia doméstica y mayor necesidad de protección durante la crisis.

En Estados Unidos, por ejemplo, algunos departamentos de policía han registrado un aumento en las llamadas de auxilio que va del 12 al 22% dependiendo de la ciudad de que se trate, aunque se afirma que estos números ocultan la magnitud del problema, toda vez que no siempre las víctimas tienen oportunidad de denunciar.

Según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Francia, las llamadas aumentaron en un 30%; en España, 12.4%; en Colombia, 91%; en Chile, 70%; en Argentina, tan sólo el primer día de cuarentena, 20 de marzo, 41 mujeres denunciaron violencia de género y, de acuerdo con la Agencia EFE Internacional, entre el 20 de marzo y el 2 de abril, el Gobierno argentino ha registrado 12 feminicidios.

ONU Mujeres, por su parte, reportó que las líneas de atención de Singapur y Chipre han registrado un aumento de las llamadas de más del 30 por ciento. En Australia, el 40 por ciento de quienes trabajan atendiendo las llamadas de auxilio, reportó incremento de las peticiones de ayuda como consecuencia de una escalada en la intensidad de la violencia.

Alena Eltsova, directora de un centro “Kitezh” para la ayuda a víctimas de violencia de género, en Rusia, dijo a la agencia EFE, que la situación es alarmante, pues “Nunca antes las mujeres habían estado aisladas de esa manera con sus agresores y los teléfonos de confianza registran un aumento de entre un 25 % y 35 % en las llamadas”.

En otra parte del planeta, un total de 6.819 llamadas de alarma por casos de violencia machista ha recibido el servicio de emergencias de Ecuador desde el 16 de marzo en que empezó el aislamiento por la emergencia sanitaria. Esto hace un promedio de 235 llamadas por día.

Según reporte del medio alemán Deutsche Welle (DW), en Providencia, un barrio residencial en Santiago de Chile, la violencia aumentó en un 500%; en Argentina hubo 18 asesinatos en los primeros 20 días de confinamiento; y, en Sao Pãulo, Brasil, los reportes de violencia han aumentado un 30%.

La Escuela Nacional de Desaprendizaje del Machismo (Endema), perteneciente a la oficina de la Unión Europea (UE) en Colombia y autora de la campaña “El coronamachismo, la otra pandemia”, denuncia un incremento de más del 140 % del número de llamadas a la línea púrpura 155 y de las denuncias por maltrato en Colombia durante la cuarentena, misma que comenzó el pasado 25 de marzo y se prolongará hasta el 11 de mayo.

“El confinamiento transforma las casas en un espacio de violencia psicológica y física, sobre todo para las mujeres y niños, que puede llegar incluso a ocasionar la muerte”, sostuvo en un comunicado la embajadora de la UE en Colombia, Patricia Llombart Cussac.

ONU Mujeres, por su parte, ha llamado a esta explosión de violencia en contra de las mujeres “pandemia en la sombra”.

En México también el coronamachismo ha hecho de las suyas

Como salida de la nada, la pandemia de Covid-19 interrumpió abruptamente la lucha de las mujeres por una vida libre de violencia, particularmente en contra del feminicidio y extendió, como una plaga, el coronamachismo, aumentando abruptamente la violencia en contra de las mujeres.

Desde el lunes 12 de agosto de 2019, en que se realizó una protesta en contra del gobierno de la Ciudad de México (CDMX) por la supuesta violación de una menor de edad por parte de 4 miembros de la policía capitalina, y en la que hizo su aparición la diamantina morada, el movimiento de mujeres en México alcanzó una notoriedad no conocida.

Dos marchas, la del viernes 16 de agosto del mismo año y la del lunes 9 de marzo de 2020, en que miles de mujeres salieron a las calles a lo largo del país, en especial en la CDMX, confirmaron el renacimiento del movimiento feminista que hasta entonces se había caracterizado por la búsqueda constante del cambio estructural de la cultura machista en México, a partir de la denuncia y visibilización de las condiciones de subordinación de las mujeres, de la acción transversal del gobierno y la transformación de todas las relaciones sociales.

La falta de resultados y el incremento de todo tipo de violencia en contra de las mujeres, en especial de niñas y jóvenes, provocó un aumento en el número de participantes, así como cambios significativos en las formas de protesta, las cuales ahora son acompañadas por pintas y daño al mobiliario y monumentos públicos.

Igualmente, es posible observar la construcción de una narrativa particular relacionada con lo que se ha dado en llamar “las nuevas mujeres” o “la cuarta ola del feminismo” y que se caracteriza por un discurso beligerante que ya no busca el acompañamiento masculino ni el favor del gobierno, sino que exige se respeten los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia, pero, sobre todo, que llama a las mujeres a defenderse por sí mismas: a gritar, a romper, a golpear, a enfrentar, tanto a un Estado ineficaz, como a una sociedad indolente.

No ha sido México el único escenario de este nuevo movimiento de mujeres. En un número importante de países, las mujeres han tomado las calles de diversas formas, lo mismo las chilenas que las rusas, las francesas que las argentinas, las españolas que las salvadoreñas, las alemanas que las coreanas, las italianas que las colombianas, las inglesas que las africanas, las chinas que las mexicanas…

Todo eso estaba ocurriendo cuando llegó el coronavirus y lo cambió todo. Poco se habla ahora de las mujeres y la violencia sufrida. Afortunadamente, colectivos feministas y agencias dedicadas a los estudios de opinión están midiendo algunos de los tipos de violencia sufridos por las mujeres durante el encierro obligado, como se mostró arriba.

Pero ¿qué pasa en México?

En un estudio publicado por la agencia Enkoll, el 20 de abril de 2020, el 11% de las mujeres encuestadas respondieron no sentirse resguardadas en su casa y el 75% opinó que las mujeres están más propensas a ser víctimas de violencia en sus hogares. El 23% de la muestra total afirmó haber sufrido algún tipo de violencia (física, emocional, sexual o económica) dentro de su hogar, en las últimas semanas. De los diversos tipos de violencia, la emocional apareció como la más frecuente con un 61%, le sigue la económica con un 26%. La edad promedio de las mujeres que dijeron haber sido violentadas es de 43 años y el 38% de ellas refirió estar casada. De ese mismo 23%, el 48% son activas laboralmente y 66% confirmó que fue su pareja quien ejerció dicha violencia. Destaca el hecho de que el 10% fue violentada por otra mujer y de que el 89% de ellas no ha denunciado ante ninguna autoridad esta violencia.

Aunque, esta encuesta no representa a la población femenina en su conjunto pues fue aplicada, vía Facebook, a 1000 mexicanas mayores de 13 años, conectadas al momento de la aplicación, durante los días 13, 14 y 15 de abril, ofrece datos significativos en relación con las mujeres que utilizan esa red social y a la cifra negra de los datos no registrados ante la falta de denuncia.

Otras cifras permiten dibujar de mejor manera el fenómeno de la violencia de género en México. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el mes de marzo, mismo en que comenzó la campaña de #QuédateEnCasa, se dio un aumento sin precedentes de violencia en contra de las mujeres, al registrarse 115 mil 614 llamadas de emergencia por incidentes como abuso y acoso sexual, violación, violencia de pareja y violencia familiar. Lo anterior supone un promedio diario de tres mil 729 mujeres pidiendo auxilio, 155 cada hora.

Siguiendo con los datos de la ONU, en México se registra un aumento del 60% de las llamadas por violencia de género y de 30% en las peticiones de refugio. En este punto, las cifras varían, pues para la Red Nacional de Refugios (RNR) de México, las llamadas y los mensajes de ayuda contra diversos tipos de violencia de género aumentaron más del 80% en el primer mes de confinamiento por el COVID-19. Mientras que, para la Secretaría de Gobernación dicho aumento podría ubicarse en un rango de 30 a 100%, en función de las llamadas recibidas por el 911, desde todos los estados de la República Mexicana, según informó el periódico El Universal, el 9 de abril.

La RNR informó que, entre el 17 de marzo y el 20 de abril, las solicitudes de ingreso a refugios por parte de mujeres víctimas de violencia aumentó un 12.7%, en el periodo comprendido entre el 17 de marzo y el 20 de abril. En el mismo comunicado, se dijo que se ha brindado orientación y atención telefónica y vía redes sociales a 2,633 personas, de las cuales el 76.26% son mujeres y 10.55% hombres.

Se precisó asimismo que, el 44% de las llamadas y mensajes se concentran en la CDMX y el Estado de México y se relacionan con información de los servicios para mujeres que viven violencia en sus relaciones y dentro de sus casas.

Del 28 de febrero, cuando se reportó el primer caso de coronavirus en México, hasta el 15 de abril, se registraron 449 fallecimientos por la enfermedad de Covid-19, el 42% fueron mujeres. Este dato contrasta con las cifras que se manejan en diversos medios sobre el número de feminicidios ocurridos durante la cuarentena los cuales van de 163 a 210, según reporta el grupo feminista denominado Marea Verde, cuyos datos fueron recogidos por Telesur TV, el 24 de abril.

Sin embargo, un medio más, Publimetro, va más allá al sostener, a partir de una entrevista hecha a Rafael Guerra Álvarez, presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia que, a lo largo de 48 días, en México habrían perdido la vida 188 mujeres a causa de Covid-19, mientras que las víctimas por feminicidio ascenderían a 480.

Queda aquí este recuento. Probablemente, una vez pasada la contingencia sanitaria será posible conocer, gracias a un trabajo sistemático, los estragos causados en las mujeres por el “coronamachismo”, virus que causa la enfermedad social conocida como “violencia de género en condiciones de confinamiento en casa en tiempos de Covid-19”.

Columna publicada en Julioastillero.com