En México, el 40% de las familias no posee una vivienda propia, y los hogares de bajos ingresos destinan hasta un tercio de sus ganancias al pago de renta, limitando su capacidad para cubrir necesidades básicas como alimentación, salud o educación.
Según la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), elaborada por el Inegi, el 80% de las familias con menores ingresos no puede acceder a una casa propia. Mientras que la mayoría gasta más en alquiler que en una hipoteca, solo el 10% más rico invierte más en créditos habitacionales.
La ENIGH clasifica a los hogares en 10 deciles según sus ingresos. Los datos revelan que, en el primer decil (los más pobres), el pago de renta absorbe el 32.6% de sus ingresos, mientras que en el décimo decil (los más ricos), solo representa el 11.5%.
Además, la encuesta analiza condiciones como el acceso a servicios básicos (agua, luz, drenaje), materiales de construcción y nivel de hacinamiento. En 2024, solo el 59.4% de las familias habitaba una vivienda propia, mientras que el 15.7% pagaba renta.
La ONU considera la tenencia de vivienda como un derecho humano fundamental, reconocido en tratados internacionales. Sin embargo, en México, la disparidad económica profundiza la brecha: mientras 6.3 millones de hogares pagan renta, solo 3.7 millones tienen una hipoteca, evidenciando la dificultad para acceder a una casa propia.
Con información de La Jornada https://tinyurl.com/3kz9mw6w
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