Procurador de EU viene por el tema de “narcoterrorismo”

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Ante las advertencias del presidente Donald Trump de calificar de terroristas a los narcotraficantes mexicanos y actuar en consecuencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que no se permitirá que extranjeros transiten armados y, ante una remota acción injerencista, su gobierno acudiría a la protección del derecho internacional.

Por otra parte, dio la bienvenida a quienes mañana manifestarán su oposición a la estrategia de seguridad, pero refrendó sus políticas en la materia.

Si en el caso remoto se tomara una decisión que consideremos afecta nuestra soberanía, entonces actuaríamos en el marco de las leyes internacionales, si se tomara una decisión que consideráramos contraria al interés nacional, pero lo veo así, improbable, porque hasta les puedo narrar las conversaciones telefónicas (con Trump), explicó acerca de la declaración de su homólogo tras el asesinato de nueve integrantes de la comunidad LeBarón, quienes poseen nacionalidad mexicana y estadounidense.

En la conferencia de prensa matutina se dio a conocer que, a petición de México, la semana próxima se realizará aquí una reunión bilateral de alto nivel para analizar los casos relevantes que derivaron en el amago de Trump y, de manera particular, se abordará el problema del tráfico de armas y las acciones para combatir el flujo de dinero de las organizaciones criminales.

El canciller Marcelo Ebrard señaló que por instrucción presidencial se comunicó con el Departamento de Estado, derivado de lo cual vendrá a México el procurador de Estados Unidos, William Barr.

Precisó que el consumo de drogas está aumentando en Estados Unidos, de donde procede hasta 70 por ciento de las armas utilizadas en nuestro territorio.

Por tanto, manifestó Ebrard, se requiere cooperación mutua.

En su exposición, el presidente López Obrador refirió a la población que no hay nada que temer en cuanto a una intervención extranjera, y manifestó su confianza en convencer al gobierno vecino de que los mexicanos podemos hacer justicia.

El mandatario se refirió varias veces a las conversaciones telefónicas que ha sostenido con el Trump, y en el respeto que éste le ha manifestado, después del operativo en Culiacán, Sinaloa –para aprehender al hijo de El Chapo Guzmán– así como el reciente episodio en el que murieron tres mujeres y seis niños de la familia LeBarón.

“Es más, hasta les puedo decir que (Trump) me dijo: ‘Piénselo y si me necesita, llámeme’. Entonces, no le he llamado”, señaló.

En otra plática, añadió, me dijo: Quieren que nos enfrentemos, quieren que yo pelee con usted y yo no quiero eso. Y le contesté: ni yo tampoco. Entonces no va haber pleito. Por lo tanto confió en la amistad que fomenta con su homólogo, en la diplomacia y en la persuasión para alcanzar un acuerdo. Expresó que nadie en México quiere una intervención extranjera; recordó que el hecho más reciente al respecto ocurrió en 1914, por lo que no se podría permitir ni aceptar quienes lo piden.

En cuanto a la convocatoria que han lanzado distintos grupos opositores –incluso integrantes de la familia LeBarón– para marchar mañana en contra del plan de seguridad, el mismo día que conmemora su primer año de gobierno, el Presidente subrayó que aunque haya nostalgia de algunos de volver a la estrategia fallida de la guerra contra el narcotráfico, la vía es atender las causas de la violencia.

En ese punto declaró: no he engañado a nadie, porque desde los tiempo de campaña (electoral), agregó, dejó en claro que no enfrentaría el mal con el mal.

Por tanto, quienes sostienen que era mejor lo que se aplicaba antes, están en su derecho de expresarlo, sin pedir permiso, nada más que se informe. Los opositores a nuestro gobierno, agregó, “los conservadores tienen todo el derecho de manifestarse porque nosotros garantizamos el derecho a disentir y estamos construyendo una auténtica democracia…Hay libertades”.

Tanto en país como fuera de éste, dijo, el pueblo es despierto, avispado, prudente, y no quiere la confrontación, ah, pero si hay una injusticia y una falta de respeto a nuestra soberanía, si hay una acción intervencionista en contra de nuestra patria, ese mismo pueblo no lo vería bien.

Con información de La Jornada.