Crece Movimiento Nacional de Resistencia contra centros de detención y políticas antimigrantes
Un movimiento diverso y en crecimiento, integrado por comunidades religiosas, defensores de derechos civiles y ciudadanos, se moviliza across the país para enfrentar las políticas de inmigración y la expansión de centros de detención.
En Florida, el epicentro de una de estas protestas es el centro de detención conocido como “Alcatraz de los Caimanes”. Cada semana, una coalición ecuménica de católicos, protestantes y judíos realiza vigilias para denunciar las condiciones del lugar, a las que califican de “crueldad por diseño”. Recientemente, un fallo de apelaciones revocó una orden previa de cierre, lo que ha intensificado las protestas. Los organizadores exigen el cierre permanente de esta y otras instalaciones similares, así como el fin de las redadas del ICE que, afirman, privan del debido proceso a miles de personas.
La resistencia no se limita a Florida. Desde Brooklyn hasta Los Ángeles y El Paso, las acciones se multiplican. En Brooklyn, líderes religiosos organizan vigilias con música como acto de solidaridad. En Los Ángeles, bandas tocan frente a los centros de detención en señal de protesta. Esta ola de movilización ha llevado al gobierno federal a desplegar fuerzas militares en varias ciudades, una medida que a su vez ha generado una mayor oposición por parte de autoridades locales.
Gobernadores y alcaldes de estados como Illinois, California, Washington y Nueva York se han unido para desafiar abiertamente las órdenes de la administración Trump de cooperar con las medidas antimigrantes. El gobernador de Illinois alertó sobre posibles redadas durante las festividades del Día de la Independencia de México, mientras que el alcalde de Chicago prohibió por orden ejecutiva que su policía colabore con las autoridades federales en estas acciones. El fiscal de Filadelfia incluso advirtió que enjuiciaría a cualquier agente federal que viole la ley estatal.
La solidaridad comunitaria adopta formas creativas y concretas. En Wisconsin, sindicatos organizaron una “cena de solidaridad” para recaudar fondos para trabajadores inmigrantes despedidos. En Ohio, residentes formaron una cadena humana de casi 13 kilómetros para protestar por la “inhumanidad del ICE”. Ciudadanos en varias urbes compran todos los productos a vendedores ambulantes para que puedan regresar a casa seguros, y la Red Nacional de Jornaleros promueve iniciativas para “adoptar una esquina” y proteger a los trabajadores.
Este movimiento de resistencia amplio y descentralizado demuestra una cooperación sin precedentes no solo entre defensores de inmigrantes, sino con nuevos aliados en diversos sectores, todos unidos en la defensa de los derechos humanos y civiles.
Con información de La Jornada https://tinyurl.com/hzjjr6w4
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