Exmiembro de NXIVM explica cómo funcionaba la presunta secta de esclavitud sexual de Keith Raniere

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El juicio contra Keith Raniere, el líder del culto sexual Nxivm, continúa revelando más sobre su maquinaria de control y crimen. El pasado jueves, Mark Vicente, uno de los miembros de más alto nivel, pasó al estrado de testigos para revelar el funcionamiento del culto.

Durante su testimonio, Vicente reveló un documento que describía la misión del culto: “Declaración de la Misión en Doce Puntos”. Vicente no se contuvo en su testimonio: “Es un fraude, es una mentira.

Esta apariencia (del documento) bien intencionado oculta una maldad horrible”.Raniere, que está acusado de conspiración, extorsión, trabajo forzado y tráfico sexual, fundó el culto desde los años noventa. De acuerdo con The New York Times, alrededor de 16,000 personas han tomado cursos de Nxivm. Incluso, Emiliano Salinas, hijo del expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, formó parte del culto.Vicente, que se unió hace una década al culto, pero que eventualmente tuvo que confrontar a Raniere debido a las prácticas que se hacían.

En el testimonio, Vicente le contó a detalle al jurado la forma en que la organización funcionaba para atraer a más clientes y controlarlos.

Así estaba formada el culto Nxvim

De acuerdo con Vicente, el culto se organizaba con diferentes rangos: entrenadores (coach), procuradores (proctor) y prefectos (prefect).

Cada uno de estos rangos estaba distinguido con bandas de colores.El culto motivaba a los miembros a escalar en estos rangos. Esto se conseguía si los miembros enrolaban más y más clientes del culto. Los cursos, según Vicente, tenían un costo de hasta unos 7,500 dólares.

El culto alegaba que tomando sus cursos lograrían superar todos sus miedos.Todas las enseñanzas del culto provenían de Raniere, quien era considerado por los miembros como el “fundador filósofo” y como la “persona más sabia”.

Vicente dijo al jurado que, si bien Raniere decía a sus seguidores que se alejaba de cualquier posesión material, él siempre tomaba un porcentaje de las ganancias, las cuales según decía que serían destinadas para investigación científica o para patentar sus invenciones; no obstante, Vicente dice que nunca supo si una de sus invenciones tuvo éxito.

Por otra parte, Vicente dijo que lo que sí veía, era que tenía una compañía de cámaras, las cuáles instalaba fuera de la casa de los miembros.Ahora, en el testimonio, Vicente dijo que cree que “era para vigilarnos, a los miembros de la comunidad”.“Era una amenaza para la sociedad. Me dijo que era vigilado todo el tiempo”, dijo Vicente en su testimonio.

Con información de Azteca América.