La especialista Ana María Balboa Verduzco, catedrática e investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), advirtió que la era digital y el uso de redes sociales representan un grave factor de riesgo para que adolescentes y jóvenes desarrollen trastornos alimentarios. En estas plataformas, se promueven de forma constante estereotipos y cánones de belleza irreales, que dañan los hábitos alimenticios y el bienestar psicológico.
Balboa Verduzco, maestra en Ciencias en Medicina Conductual de la Escuela Superior de Medicina (ESM), aclaró que estas alteraciones en la conducta alimentaria y la percepción del cuerpo pueden desencadenar patologías como depresión, ansiedad, ideación suicida y una autoestima gravemente afectada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica estos trastornos como desórdenes mentales y del comportamiento, marcados por un miedo intenso a subir de peso y patrones de alimentación descontrolados.
Terapia Cognitivo-Conductual eficaz en el tratamiento
La experta con más de 30 años de experiencia destacó que la Terapia Cognitivo-Conductual ha demostrado gran eficacia en el tratamiento. “La recuperación exige constancia, paciencia y una reconstrucción de la narrativa personal para fomentar pensamientos positivos sobre la comida y fortalecer la autoimagen”, recalcó.
Hizo un llamado a los padres para estar atentos a señales de alarma como el aislamiento, cambios de humor drásticos, pérdida de peso acelerada o frustración constante. Subrayó la necesidad de una atención integral con un equipo multidisciplinario que incluya psicólogos, nutriólogos y pediatras, junto con el apoyo fundamental de la familia.
Explicó que el origen de la bulimia es multifactorial, donde el bullying infantil por peso puede ser un detonante. La exposición continua a contenidos digitales distorsionados impacta severamente el desarrollo emocional de los jóvenes, quienes a menudo carecen de la madurez para cuestionar estos estándares de belleza extremos y artificiales.
Finalmente, alertó que este entorno puede conducir a prácticas peligrosas como dietas extremas, inanición y ejercicio compulsivo, generando daños neurológicos, desequilibrios hormonales —como la interrupción del ciclo menstrual—, además de complicaciones cardíacas, digestivas y dentales.
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— De Luna Noticias (@DeLunaNoticias1) October 17, 2025