En el marco de la inminente reunión con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dejó clara su postura: se rechaza cualquier forma de injerencia por parte de Estados Unidos en asuntos de seguridad nacional. Aunque afirmó que existirá cooperación, esta se basará en el principio de actuar “cada quien en su territorio”, descartando de plano una intervención militar extranjera para combatir a los cárteles de la droga.
Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que esta posición ya fue expuesta y aceptada por la administración del presidente Donald Trump durante las negociaciones para un entendimiento bilateral. En respuesta a las declaraciones de figuras como el senador Ted Cruz, quienes abogan por una intervención militar, Sheinbaum enumeró tres razones principales para su oposición: no es necesaria, violaría la soberanía mexicana y subestima la compleja naturaleza del crimen organizado, que requiere de una coordinación permanente.
Ante la pregunta de qué pasaría si Estados Unidos decidiera actuar por su cuenta, Sheinbaum se mostró confiada en que no ocurrirá, debido al entendimiento mutuo alcanzado. Subrayó que la colaboración se centrará en el intercambio de información e inteligencia, siempre con respeto a la integridad territorial de cada nación.
La visita de trabajo de Marco Rubio culminará con la firma de este “entendimiento”, que no es un acuerdo formal sino un marco de colaboración entre iguales, sin subordinación. Tras su encuentro con la presidenta y su gabinete, ambos funcionarios ofrecerán una conferencia de prensa conjunta con el canciller Juan Ramón de la Fuente, para demostrar una relación basada en la cooperación y el respeto mutuo.
Con información de La Jornada https://tinyurl.com/54v4umm8
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