Cinco formas en que empresas hacen dinero con el estrés

Ya sea en la oficina, durante los exámenes o en los atascamientos rumbo al trabajo. En países como Alemania, 87% de los ciudadanos siente estrés, según un estudio de la caja de seguro de salud Pronova BKK. Eso produce trastornos de sueño lo que, a su vez, le cuesta a la economía germana cerca de 54,000 millones de euros anuales, de acuerdo con cálculos realizados por el think tank Rand Europe ya en 2016.

Reducir el estrés se vuelve cada vez más importante para empleadores y empleados. Los gimnasios y las empresas especializadas en salud mental se benefician de la situación. Eficaces o no, proliferan las ideas para hacer negocios con el miedo al burnout.

Aplicaciones para meditar

Relajación mental para el camino. Las aplicaciones para meditar experimentan un verdadero boom. Y la tendencia sigue en aumento. Aplicaciones como Headspace y Calm prometen alivio inmediato, irónicamente mediante un aparato que figura entre los principales factores de estrés: el celular. Se ofrecen ejercicios de meditación y melodías para relajarse en cualquier momento y lugar.

Headspace tiene entretanto más de 40 millones de abonados. Su fundador, Andy Puddicombe, dijo hace poco no conocer el volumen de dinero que mueve su empresa. Pero, con una cuota mensual de 10 euros, las ganancias bien podrían elevarse a 400 millones de euros. Se estima que Calm, por su parte, habría alcanzado un valor superior al billón de dólares. Puede que la paz interior no cueste mucho esfuerzo. Pero sí cuesta dinero.

Cursos para el cuerpo y la mente

Los gimnasios se benefician desde hace tiempo de la pulsión por la salud. Aparte del estado físico, dan cada vez más importancia a la salud de la psique. Organizan cursos específicos para ese fin, contratan a profesores de yoga hacen mucha publicidad.

Pero, aunque solo quieran asistir a estos cursos para el cuerpo y la mente, los clientes deben pagar la tarifa habitual completa. En Alemania, los gimnasios recaudaron el año pasado cerca 5,300 millones de euros. Y su popularidad aumenta desde que estalló el boom del yoga en los últimos años.

Superalimentos y prebióticos

Para una vida libre de estrés, el comercio ofrece ahora también «alimentos para el cerebro”. Los superalimentos se venden cada vez más, a pesar de que los científicos aún no se ponen de acuerdo en cuanto a su efecto real. Incluso han salido al mercado libros de cocina completos dedicados a los alimentos cerebrales.

Empresas como Omni-Biotic y Braineffect han tenido la idea de ofrecer «prebióticos”, que habrían de ayudar a superar los tiempos estresantes. Las pequeñas cápsulas contienen bacterias benéficas e incluso hay quienes las consideran una alternativa a los antidepresivos. Pero tienen su precio: aproximadamente 90 euros cuesta un paquete de 100 gramos.

Objetos antiestrés

Tal parece que también se puede transformar enseres domésticos en objetos para reducir el estrés. Una de las ideas más innovadoras proviene de una empresa de California, EE. UU., que fabrica mantas.

La manta Gravity promete «suficiente recuperación del cuerpo y la mente” a través de un mayor peso, y también se dice que reduce perceptiblemente el estrés. Cuesta cerca de 500 dólares.

Productos de belleza

Igualmente la industria cosmética descubrió hace tiempo el estrés como factor de ventas. Cremas antiestrés, máscaras relajantes… casi no hay producto cosmético que no tenga una variante dirigida a combatir las tensiones. Sobre todo las empresas jóvenes apuestan por el maquillaje saludable, que apunta a relajar los sentidos y cuesta más dinero que la versión tradicional. No se ha comprobado si surte efectivamente el resultado esperado.

Con información de Forbes.

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