El Banco Mundial (BM) hizo un llamado urgente a México para que incremente de manera significativa los gravámenes sobre el tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas, con el objetivo de disminuir el alto número de fallecimientos prematuros que pueden prevenirse. Según el organismo, cada año fallecen aproximadamente 125,350 personas en el país debido a enfermedades vinculadas al consumo de estos productos, lo que equivale al 15.6% de la mortalidad anual.
La institución financiera internacional destacó que incluir estos “impuestos saludables” en la Ley de Ingresos de la Federación para 2026 representa una oportunidad clave para la prevención efectiva de enfermedades no transmisibles, asegurar la sostenibilidad del sistema de salud y generar mayores recursos fiscales.
El estudio, publicado en vísperas de que la Secretaría de Hacienda envíe su propuesta de paquete económico al Congreso, calcula que robustecer estos impuestos generaría beneficios significativos para la población y aumentaría la recaudación en un 0.5% adicional del Producto Interno Bruto (PIB).
La sugerencia del BM se alinea con las prioridades legislativas anunciadas por el gobierno federal. La Consejería Jurídica de la Presidencia ya informó a los diputados de Morena que se contemplan cambios importantes, particularmente en materia de impuestos a las embotelladoras de refrescos.
La propuesta específica del Banco Mundial consiste en elevar los impuestos en tres pesos por cada cigarro, 12 centavos por gramo de azúcar en las bebidas y 75 centavos por mililitro de alcohol puro. Además, plantea establecer una tasa fija uniforme para estos productos en lugar del sistema actual basado en precios. Estos incrementos se justifican por los altos costos que las enfermedades asociadas generan no solo al sistema de salud, sino a la economía en su conjunto.
Por ejemplo, el consumo de tabaco genera un costo anual equivalente al 0.8% del PIB, debido al tratamiento de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer, sumado a costos indirectos como la pérdida de productividad. Sin embargo, la recaudación por impuestos a estos productos apenas representa el 0.16% del PIB, cubriendo solo una quinta parte de los gastos que ocasionan.
Respecto al alcohol, este provoca 57,204 muertes anuales y su consumo va en aumento. Casi el 36% de la población entre 12 y 65 años (33.9 millones de personas) reportó haber consumido alcohol en el último mes, con un 19.8% admitiendo consumo excesivo.
Las cifras son contundentes: en México se fuman anualmente 26,060 millones de cigarrillos, se consumen 10,090 millones de litros de alcohol (donde la cerveza concentra el 96% del mercado) y 23,877 millones de litros de bebidas azucaradas gravables. Esto contribuye directamente a la epidemia de obesidad, que afecta a unos 4 millones de niños y a tres de cada cuatro adultos.
El BM proyecta que si se adoptara su paquete de medidas, el consumo total de cigarrillos caería un 44.2%, el de alcohol un 42.2% y el de bebidas azucaradas un 32%.
El organismo recordó que México ya ha tenido éxito previo con este tipo de impuestos. Los ajustes realizados en el gravamen al tabaco y el establecimiento del impuesto a las bebidas azucaradas en 2014 lograron aumentar su precio final, reducir el consumo, mejorar los indicadores de salud e incrementar los ingresos fiscales. Las tasas de tabaquismo se redujeron un 31%, evitando miles de muertes, y los hogares disminuyeron la compra de bebidas azucaradas.
No obstante, los ingresos por IEPS en 2025 mostraron una ligera disminución interanual para las bebidas alcohólicas, el tabaco y las bebidas saborizadas, lo que refuerza el argumento de una necesaria actualización de estas tasas.
Con información de La Jornada https://tinyurl.com/yyfm3ye4
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