Cine con sabor a cocina maya

En lengua maya, janal significa comida y el proyecto de cortometrajes gastronómicos del director Miguel Ventura, no podía tener otro nombre. De manera antropológica, el realizador decidió hacer una serie sobre la cocina de Yucatán, de donde es originario. Un “recetario cinematográfico” como él lo llama con algunos de los platillos más populares del Estado. A través de la preparación de joyas de la cocina yucateca, Ventura habla de relaciones sociales, tradición y cultura. El realizador ya había explorado estos aspectos de la cultura con su cortometraje El venado y la niebla premio especial del Festival de Cine de Morelia.

Más allá de la cochinita pibil, la sopa de lima o los panuchos, la comida yucateca es todo un mundo de sabores, olores y de herencia indígena. Esta cocina se caracteriza por tener una riqueza y una diversidad que van de la mano de su historia particular, alejada del resto de México.

“Somos un país aparte”, bromea el director. “La forma de cocinar o vivir en Yucatán es diferente al resto del país”, explica. “La comida de acá es 100% emocional, habla del tipo de tierra y el tipo de vida que vives”, cuenta Ventura, quien considera que los alimentos y el modo de preparación de la cocina yucateca son muy diferentes a cómo se preparan otros platillos de la comida mexicana.

El realizador habla de la comida yucateca con pasión y la califica de “más terrosa”. Con sabor a tierra y a orígenes, a tradición y a herencia maya. Toda la vida del director de 38 años estuvo ligada a la gastronomía de una manera o de otra, hasta el punto de trabajar en la cocina de una plataforma petrolífera. Pero si había un anhelo en el corazón de Miguel era el de ser director de cine por encima de todo. El proyecto de Cine Janal aunó sus dos pasiones.

“Cuando uno vive lejos de casa, la comida es de las primeras cosas que extraña”, dice Ventura. El sazón, las texturas y los sabores. De ahí surge Cine Janal, no sin dificultades y sufrimientos ya que cada capítulo de esta serie depende de la financiación de instituciones públicas como el ayuntamiento de Mérida -impulsor de dos capítulos- o de la buena voluntad de los equipos técnicos y los actores.

Los capítulos de Cine Janal se han posicionado en redes sociales con cientos de miles de reproducciones en cada uno de sus episodios. Especialmente la historia del Pib, una especie de tamal con carne de ave, frijoles y manteca de cerdo envuelto en hoja de plátano que se hace por el Día de Muertos. Esta película alcanzó más del millón de reproducciones.

La cocina yucateca, es quizá, una de las más diversas y complejas de todo México. La gastronomía de esta región meridional del país norteamericano mantiene fuerte su raíz indígena y prehispánica. Algo que puede observarse en otras de las recetas de la serie: el tikin xiik, un pescado que se prepara a las brasas con un adobo de axiote; el relleno negro, un guiso caldoso con carne de cerdo y huevo cocido que se suele preparar para las bodas; o la chaya, una planta que crece en la mayoría de las huertas yucatecas y que se utiliza para mezclar con el huevo revuelto en el desayuno.

“En la gastronomía yucateca hay mucha emoción en cada platillo. La comida es lo esencial en las familias de esta región, en los pueblos donde se originan todas los platillos de todo el país, solo se pueden hacer tres cosas descansar, trabajar y comer. Por eso quise grabar los cortos en pueblos pequeños de donde son originarias las recetas”, explica el director.

“Notamos que la televisión en México está totalmente falta de este tipo de contenidos. Necesita contenido original y diferente”, añade el director que ha buscado que las televisoras compren su serie de cortometrajes. De la misma manera que un día soñó con ser director de cine, Miguel Ventura sueña con poder ampliar el proyecto de Cine Janal y explicar con su recetario cinematográfico la gastronomía de todos los pueblos de México.

Información y reportaje:  El País

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