En sargazo aún viene lo peor

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Aún viene lo peor en el tema del arribo de sargazo, y podría tirar la temporada vacacional veraniega, advirtió Esteban Amaro Mauricio, director técnico de la Red de Monitoreo del Sargazo de Cancún, quien comentó que todavía viene mucho más macroalga porque tarda en llegar a las costas quintanarroenses entre dos y tres meses.

En charla con La Jornada Maya, el investigador alertó que “nos va a pegar en junio y julio, en plenas vacaciones de verano”, y adelantó que la arribazón seguirá muy fuerte; ahorita viene ya por las islas de Jamaica y Martinica, y cada vez se acortarán los tiempos de llegada, porque la macroalga llegó para quedarse, explicó.

Recordó que empezaron a checar en 2014, por lo que ya es el quinto año que están monitoreando, que empezaron nada en Cancún y que se han ido expandiendo por “presión” de los propios usuarios; primero preguntaban cómo están las playas de la zona hotelera; después consultaban por Playa y luego por Tulum.

Dijo que el primer recale significativo fue en 2011, aunque fue muy somero y se manejó normal; o sea, llegaba, se limpiaba la playa, pero ya a partir de 2015 ocurre el primero atípico y luego se vuelve a repetir en 16 y 17, pero con menos intensidad; en 2018 pega terrible y 2019 nos va a pegar todavía mucho más de lo que hemos visto hasta ahora.

De todos los que han vaticinado sobre la talofita, sólo Amaro Mauricio parece que le atinará: la mayoría dijo que se triplicaría (300 por ciento más), y el científico cancunense fue mucho más lejos. Vaticinó que el sargazo se multiplicaría en forma séxtuple (600 por ciento); por qué, porque no se había tomado en cuenta el sargazo que venía de la parte este del mar Caribe.

“Lo que la mayoría toma es ‘el cuadro’ que da el satélite, que es la península de Yucatán, y nosotros nos fuimos al de al lado, que es Jamaica, y hay otro más al lado, que es Martinica, todas las islas que están allí –Guadalupe y las Antillas Menores–; vemos que aún viene una cantidad mucho mayor de algas”, expresó y añadió:

“Y es sargazo que tarda de esa distancia hasta acá (entre mil 59 kilómetros, 658 millas y/o 571.8 millas náuticas desde Jamaica, y dos mil 824, mil 754 y mil 524, en el mismo orden, desde Martinica) entre dos a tres meses. Hay que sumarlo porque nos va a pegar entre junio y julio, exactamente en el verano, y cada vez se acortan los tiempos en que llega”.

Dijo que si no se actúa ya con un plan realmente integral, “las vacaciones de verano podrían perderse –para los hoteleros– porque la gente no va a pagar para venir y no poder meterse al mar, aunque les ofrezcas otro tipo de atracciones o compensaciones. La gente viene por el espectacular color azul turquesa del mar…”, que ahora es café.

Y aún hay más: sus estudios –que hace junto con seis compañeros más– también demuestran que dependiendo de la temperatura del mar, la talofita se reproduce entre 15 y 18 días; “si estamos hablando de que tarda aproximadamente dos meses en llegar hasta acá desde las Antillas Menores, ya le diste chance de reproducirse tres o cuatro veces más.

“Hay manchas que pueden ser de un metro, dos, tres, no todas son uniformes ni tienen una forma regular. Si las ves en el satélite parecen estrías y tenemos a veces algunas que miden el doble del tamaño de Cozumel –48 kilómetros de largo y 15 de este a oeste–:20, 30 y hasta 40 mil metros de ancho”, detalló.

El líder de la Red de Monitoreo del Sargazo de Cancún detalló que las corrientes marinas en el mar Caribe van del sureste al noroeste, casi en ángulo de 45 a 50 grados; en esa dirección se están moviendo las corrientes, pero en estos últimos cinco años hemos visto que lo que afecta la distribución del sargazo es la velocidad y dirección del viento.

“Y esta zona es de fuertes vientos, entre 12 (22.2 kilómetros por hora) y 22 (40.7 km/h), y hasta 30 nudos (55.5 km/h), de repente. Entonces, a mayor velocidad, más se acerca hacia acá; y también vemos que cuando viene del norte u oeste, se lo lleva, y cuando es del sur o sureste, lo atrae; precisamente eso nos ha dado una capacidad de predicción de más de 72 horas”, refirió el especialista.

Con información de La Jornada Maya.